lunes, 10 de febrero de 2014

Sin escapar del peligro

Los puntos vienen y van, pero, en el caso de los equipos riojanos, últimamente, parece que se están aficionando a que se vayan. Cierto que hay días que el mérito hay que dárselo al conjunto rival, pero lo que sí queda claro es que tanto la Unión Deportiva Logroñés, es más evidente, como la Sociedad Deportiva Logroñés deben unir varios factores para lograr el triunfo. Así se entiende que los de Raúl Llona volvieran a ceder 2 puntos en Las Gaunas, después de haber trabajado, por oportunidades y por juego, para sumar la victoria. Asimismo, los de Agustín Abadía regresaron de vacío del Reino de León, un campo nevado y con barro, que ya fue un presagio de las dificultades que iban a pasar para poder obtener algo positivo de su enfrentamiento ante la Cultural Leonesa. Lo peor de todo es que la clasificación de Segunda B no miente y deja a los dos equipos de La Rioja en similares circunstancias a las de la semana pasada, pero con una jornada más. La UDL, duodécima, aventaja en 2 puntos al puesto de promoción (Celta B) y en 3 al de descenso (Coruxo, como los de Llona con un partido menos). Mientras que la SDL, ya en decimotercera posición, saca 1 punto al filial gallego y 2 a los puestos de descenso. Lo positivo, por decir algo, es que hay varios equipos implicados en esta pelea por la salvación.

La SD Logroñés sucumbió en el Reino de León ante una Cultural Leonesa que no atraviesa por su mejor momento tanto deportivo como extradeportivo. Sin embargo, la adaptación de los hombres de Luis Cembranos al césped, cubierto con un manto blanco por la nieve, fue mejor que la de los riojanos. La primera mitad contó con dos protagonistas, uno por cada bando. En los locales despuntó David Álvarez, una auténtica pesadilla para los blanquirrojos, y en los visitantes Mandaluniz, que había jugado todo hasta la fecha sufrió una lesión muscular a la media hora. El cambio obligado por Gonzalo fue como el punto de inflexión para que los leoneses buscaran con más insistencia el gol, mientras que la SDL bastante hacía con aguantar el empate y salir, si podía, a la contra. Curioso que pese a que la Cultural estaba siendo mejor, era incapaz de superar a Gonzalo.

Sin embargo en la segunda mitad, los locales rompieron el choque. Y eso que Abadía ya había realizado su segunda sustitución (Olavarrieta por Javi Torres, en el descanso). En el 47' un centro de Víctor desde la banda fue rematado por Álvaro para inaugurar el marcador. Un tanto que debía servir, y lo hizo, para cambiar las tornas del duelo. Los visitantes, heridos, sacaron a relucir su habitual pundonor. Con balones largos a la espalda de la zaga leonesa trataron de equilibrar el marcador, fueron minutos de empuje, con corazón y voluntad, pero poco acierto a la hora de dar el último pase y de rematar. Con esa inercia, los de Cembranos sabía que podían poner tierra de por medio si aprovechaban alguna contra. Y eso hizo David Álvarez cuando recibió un balón largo para controlar y superar, con brillantez, a Gonzalo. Quedaban poco más de 20 minutos y el partido parecía finiquitado.

Como cabía esperar, el ímpetu de los riojanos disminuyó durante unos instantes. Era como si se estuviera recomponiendo del 2-0. La Cultural, con el resultado a favor, tampoco quiso hacer sangre y controló la situación sin demasiados apuros. Sin embargo, Jorge Herreros, ya en los minutos finales, aprovechó un barullo en el área tras un remate inicial de Moya para recortar distancias y buscar el milagro. Fue entonces cuando a los locales les entró el miedo escénico. Los nervios se apoderaron de los blanquillos, mientras que la SDL incluso creyó en poder empatar. Gozó de una última oportunidad, pero una falta al borde del área concluyó sin trascendencia.

Por su parte, la UD Logroñés puso todo de su parte para llevarse el triunfo ante un Burgos que tuvo la fortuna de contar con Aurreko, auténtico artífice de que los de Ramón Calderé estuvieran vivos en el partido y pudieran sumar un punto. Sin Ibai, Raúl Llona apostó por un juego más vertical en el que Ubis se complementó, a la perfección, con Iriarte, ya que mientras el '9' peinaba, el riojano aprovechaba su entrega para estar casi siempre en el sitio acertado. No en vano, el 'pichichi' de los blanquirrojos, de no mediar un espectacular Aurreko, pudo haberse ido a casa con un 'hat-trick'. Goles que hubieran sido suficientes para sumar una victoria y tomar aire en la tabla. Pero no fue así. Y esta vez, no fue por la ausencia de un nueve, como muchas veces se ha culpado a este equipo. Porque todos los remates de Ubis, bastantes, fueron atinados y ninguno fue al muñeco.

El partido, además, durante la primera mitad fue intenso, con un ritmo elevado y vibrante. De cara al espectador fue positivo porque el balón iba y venía de un área a otra sin pausa. Los dos equipos lo hacían de manera diferente, pero buscaban el mismo fin. Mientras que la UDL apostaba por dar balones a los extremos para que centraran y hubiera un posible remate, el Burgos aprovechaba los espacios que dejaba su rival para dejar 6 hombres destinados a defender y 4 a atacar. Además, los burgaleses, daba igual la posición, tenían claro que debían acabar las jugadas. Así se entiende que del minuto 7 al 11 tiraran hasta cuatro veces a portería, aunque sólo una entre los tres palos. Los locales respondían con infinidad de centros, con llegadas de Barrón y Javi Rodríguez... Pese a ello, las mejores oportunidades vinieron a balón parado: una en cada bando. Prats peinó en exceso con Miguel a media salida, mientras que Gil, con un buen remate de cabeza picado, empezó a animar a Aurreko, que sacó una buena mano para desviar a córner.

Con el paso de los minutos, el Burgos ya no salía con tanta asiduidad a la contra. Quizá porque la UDL intensificaba su bagaje ofensivo con un sinfín de centros que tuvieron a alerta a portero y defensa visitante. Ormazábal, Ubis, Barrón... se llegaba, pero quedaba rematar la faena. Barrón, en una galopada, pisó área, recortó a Andrés, con el que pugnaba desde el centro del campo, y asistió a Ubis para que marcara a puerta vacía. 1-0, en el minuto 42. El premio al trabajo había llegado. Quedaba por saber si la UDL, en la segunda mitad iba a retroceder unos metros o iba a continuar con el asedio. Con un Burgos más decidido, los blanquirrojos optaron por la prudencia y juntar sus líneas, sobre todo en defensa. Los de Calderé parecían más ambiciosos, pero sin generar dudas atrás a los riojanos, que incluso salían a la contra con peligro: tiro cruzado de Iriarte y paradón de Urreko a Ubis tras un gran pase interior de Javi Rodríguez.

Pacheta y Arkaitz entraban en escena en busca de una mayor mordiente en los visitantes, aunque sin resultado, salvo un tiro lejano de Carralero. La UDL debía confirmar, con otro gol, la victoria y no llegara al final con un marcador tan apretado. Los riojanos buscaron con ahínco el tanto y otra vez Ubis se topó con la mano izquierda de Aurreko, primoroso en la tarde de ayer. Era el minuto 70 y Calderé arriesgó con tres defensas y con Gerica en el campo, mientras que Llona sentaba a Iriarte por Nando (un cambio que impidió a los riojanos contar con un referente al que buscar). El Burgos se la jugaba porque a la contra, el cuadro local podía sentenciar. Sin embargo, los castellanos ganaron en presencia ofensiva. Primero Gerica puso a prueba a Miguel, que en dos tiempos se hizo con la pelota, y después Arkaitz, con un zapatazo descomunal desde fuera del área batió al meta riojano. 

Calderé, en la rueda de prensa posterior, explicó que fue el premio al riesgo. Faltaban 10 minutos y la UDL, lejos de venirse abajo, insistió para batir a Aurreko. Ubis, quién iba a ser, y Ormazábal permitieron el lucimiento del meta bilbaíno. No es de extrañar que los cerca de 220 aficionados del Burgos que estuvieron en Las Gaunas jalearan su nombre ("¡Aurreko!¡Aurreko!¡Aurreko!") a la conclusión del choque. Gracias a él, su equipo sumó un punto ante una UDL que mereció más.

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